Sara Biderman se mantiene fiel a la curiosidad y la elegancia

Sabemos lo colorida que es la personalidad de Sara Biderman y que siempre está explorando nuevos terrenos, así que queremos preguntarle qué estaría haciendo si el estilismo no fuera su vida. "Probablemente sería veterinaria, o cualquier otra cosa que incluya animales. Mi amor por ellos es irreal". Y aparte de estar absolutamente enamorada de los animales, también admite que es "impulsiva, activa, temperamental, alegre y curiosa". Sara Biderman también roba el protagonismo a todo el mundo con su estilo, y cuando le preguntamos qué cree que es clásico y qué es moderno, proclama que "un clásico es moderno todo el tiempo, es belleza atemporal".

El impulso y el temperamento definen el camino independiente de Sara Biderman hacia el éxito, pero también es la forma en que afronta los obstáculos y los miedos lo que hace que su personaje sea tan convincente. Aunque le aterroriza hablar delante de la gente, por ejemplo, cuando tiene miedo se obliga a sí misma "a hacerlo sin más; después siempre me siento mejor". En un tono más tranquilo, Sara Biderman también comparte que tomar su primera taza de café por la mañana le proporciona un momento de reflexión para sí misma: "La luz y la tranquilidad me relajan mucho".

Sara Biderman es la encarnación de la vida vivida plena y auténticamente, y si la estilista de moda dispusiera simplemente de un par de horas más en la Tierra, afirma, sin dudarlo, que estaría con su familia y su novio, "comiendo mucha comida y bebiendo vino tinto caro y espeso. Probablemente también fumando algún cigarrillo". Lo suyo son los pequeños momentos y las cosas pequeñas pero especiales de la vida, porque para ella el lujo "no tiene que ver con el precio de algo, sino más bien con darse un capricho".