Honesto al

Afilado, distinto y refinado, este reloj complementa realmente una personalidad audaz y auténtica que se niega a ser aburrida o a mezclarse.
Cuando saludamos a Honest Al en esta barbería, rápidamente nos queda claro que este es el lugar que él considera "su hogar lejos de casa". Y, por supuesto, no nos sorprende que lo que más le gusta a Honest Al de los humanos sea "¡que tienen pelo!". Además, cuando se trata de un momento especial del día que el barbero disfruta, comparte con nosotros que debe ser la mañana, cuando su cabeza está despejada.

Sin embargo, a pesar de su carácter despreocupado, también estamos ansiosos por saber si hay algo en el mundo que pueda dar miedo al Honesto Al. "No temo a Dios", proclama, afirmando que aunque estuviera destinado a vivir sólo tres horas más, simplemente viviría sin importarle si es más o menos tiempo el que le queda. Un carácter audaz, sin duda, pero el afamado peluquero admite que es el relax con su familia lo que le da ese claro equilibrio en la vida. "También soy bastante cabezota, o al menos eso me han dicho".

Al Honesto le motivan evidentemente tanto sus allegados como el pelo de la gente, y queremos saber cómo evalúa su éxito en este negocio inquieto y siempre en evolución. "No importa si tienes mucho o poco, necesitas lo justo -ni más ni menos- para ser verdaderamente feliz".